El Rocío, Aldea Internacional del Caballo

El Rocío es el punto de España donde se congregan más caballos por metro cuadrado. Hace tiempo que queríamos hacer un artículo sobre la aldea almonteña de El Rocío, más aún cuando me considero un devoto de la Virgen y he tenido la ocasión de vivir momentos muy íntimos y personales en esa bendita tierra. El único lugar que personalmente conozco donde los caballos y los carruajes tienen total preferencia frente a los vehículos. 

El Rocío es una aldea que pertenece administrativamente al Ayuntamiento de Almonte, perteneciente a la provincia de Huelva, en Andalucía. Es un lujar ubicado en un paraje sin igual, el Parque Nacional de Doñana, espacio natural protegido donde habita el popular Lince Ibérico.

Pero no sólo es un atractivo paisajístico el que nos lleva hasta el Rocío, pues hablar de esta aldea es comenzar y no tener fin… si por algo se ha vuelto popular este enclave es porque alberga una de las imágenes marianas más veneradas de la Cristiandad, María Santísima de las Rocinas – La Virgen del Rocío – en torno a la cual, cada año, y como celebración de la fiesta de Pentecostés, se celebra la Romería del mismo nombre, que congrega en solo tres días a más de un millón y medio de fieles.

 El Rocío ha estado envuelto en una leyenda que hace referencia a sus orígenes en el Siglo XV, que viene recogida en la Reglas de la Hermandad Matriz de Almonte; la mencionada leyenda dice así:

“Entrado el siglo XV de la Encarnación del Verbo Eterno, un hombre que había salido a cazar o apacentaba ganado, hallándose en el término de la Villa de Almonte, en el sitio llamado de La Rocina (cuyas incultas malezas le hacían impracticables a humanas plantas y sólo accesible a las aves y silvestres fieras), advirtió en la vehemencia del ladrido de los perros, que se ocultaba en aquella selva alguna cosa que les movía a aquellas expresiones de su natural instinto. Penetró aunque a costa de no pocos trabajos, y, en medio de las espinas, halló la imagen de aquel sagrado lirio intacto de las espinas del pecado, vio entre las zarzas el simulacro de aquella Zarza Mística ilesa en medio de los ardores del original delito; miró una Imagen de la Reina de los Ángeles de estatura natural, colocada sobre el tronco de un árbol. Era de talla y su belleza peregrina. Vestíase de una túnica de lino entre blanco y verde, y era su portentosa hermosura atractivo aún para la imaginación más libertina.

Hallazgo tan precioso como no esperado, llenó al hombre de un gozo sobre toda ponderación, y, queriendo hacer a todos patente tanta dicha, a costa de sus afanes, desmontado parte de aquel cerrado bosque, sacó en sus hombros la soberana imagen a campo descubierto. Pero como fuese su intención colocar en la villa de Almonte, distante tres leguas de aquel sitio, el bello simulacro, siguiendo en sus intentos piadosos, se quedó dormido a esfuerzo de su cansancio y su fatiga. Despertó y se halló sin la sagrada imagen, penetrado de dolor, volvió al sitio donde la vio primero, y allí la encontró como antes. Vino a Almonte y refirió todo lo sucedido con la cual noticia salieron el clero y el cabildo de esta villa y hallaron la santa imagen en el lugar y modo que el hombre les había referido, notando ilesa su belleza, no obstante el largo tiempo que había estado expuesta a la inclemencia de los tiempos, lluvias, rayos de sol y tempestades.

Poseídos de la devoción y el respeto, la sacaron entre las malezas y la pusieron en la iglesia mayor de dicha villa, entre tanto que en aquella selva se le labraba templo. Hízose, en efecto, una pequeña ermita de diez varas de largo, y se construyó el altar para colocar la imagen, de tal modo que el tronco en que fue hallada le sirviese de peana. Aforándose aquel sitio con el nombre de la Virgen de Las Rocinas.”

En la actualidad, son más de 100 hermandades y otro tanto igual de asociaciones rocieras, las que peregrinan hasta el Rocío provenientes de todos los rincones del mundo, incluso de América, todas ellas siguiendo las reglas de la Hermandad Matriz de Almonte, quien vela por la preservación y organización de todos los cultos religiosos que se celebran en torno a la romería y a la Virgen del Rocío durante el año.

Pero sería imposible concebir el Rocío sin el caballo, pues son dos conceptos que van de la mano. Todo el entorno paisajístico en el que se encuentra la aldea, en pleno espacio natural protegido y la forma de peregrinar de las hermandades, siguiendo las antiguas tradiciones Andaluzas, con trajes de corto, carretas de bueyes y haciendo su peregrinación a caballo han desembocado en una masificación equina de tal envergadura, que a día de hoy el Rocío se ha convertido en la “Aldea Internacional del Caballo” por ser el lugar de España donde se pueden encontrar más caballos por metro cuadrado de terreno.

En torno a la ermita de la Virgen del Rocío y de forma progresiva en el tiempo se han ido construyendo viviendas que en la romería sirven para dar cobijo a los romeros. Las calles de la aldea son de arena, donde a veces los vehículos difícilmente pueden transitar porque corren riesgo de quedar atascados. Todo ello facilita e invita a pasear a caballo y que este sea el medio de transporte más adecuado. Además, en solo “un suspiro” se puede pasear entre verdes pinares y disfrutar del aire libre que nos ofrece este paraje tan singular y en el que he tenido la ocasión de pasear a caballo en multitud de ocasiones.

Adicionalmente a todo lo anterior, a finales del mes de junio de cada año tiene lugar una tradición centenaria regulada en el año 1504. Los yegüerizos de la zona van a buscar a la marisma cientos de caballos marismeños que crecen y se reproducen en libertad; todos los caballos son reunidos y pasados por delante del santuario de la Virgen, donde todos los animales y yegüerizos son bendecidos a su paso por delante de “La Reina de Las Marismas”, como popularmente se conoce a la Virgen del Rocío.

En los últimos años se ha estado celebrando en la aldea un concurso de caballos de Pura Raza Española organizado por ANCCE, cuyas puntuaciones son valederas para la final del Campeonato del Mundo que se celebra en Sevilla, esta actividad ha potenciado las actividades ecuestres que se vienen llevando a cabo en el Rocío relacionadas con el mundo del caballo.

Hay mucho más que hablar y mucho donde extenderse, pero necesitaríamos más páginas de las que uno pueda imaginar; solo me gustaría animar a todos los visitantes que sean amantes del caballo a que visiten este mágico lugar. Seguro quedarán gratamente sorprendidos.

Y para finalizar este artículo, sólo repetir unas palabras de Su Santidad JUAN PABLO II en su visita a la aldea del Rocío en el año 1993: “QUE TODO EL MUNDO SEA ROCIERO

Si te gustó, por favor compártelo con tus amigos.

Un artículo de Sergio González
PASSAGE Tienda Hípica
www.guarnicioneriaonline.es

Comentarios

Creado el viernes, noviembre 11, 2016 Publicado por Luis Sánchez Enlace comentario
Un artículo precioso. Muchas felicidades por hacernos partícipes de todo. No conozco el Rocío, pero sin duda algún día iré a visitarlo. Gracias www.guarnicioneriaonline.es por compartir.
Mostrando 1 - 1 de 1 artículo

Deje su comentario

Llamenos:

(+34) 629 16 68 53

Boletín

Mantente informado